domingo, 7 de agosto de 2011

Crisis Universitaria y Dimensión Social

Ahora que las autoridades consagraron una institucionalidad que sustituye las facultades académicas por la capacidad de pago del educando, priorizando la reproducción ritual de datos en el aula por sobre la creación de conocimiento, resulta necesario abordar la crisis universitaria desde la perspectiva del crecimiento inorgánico que expresan los diversos campus y los efectos sociales que entraña esta pretensión de cosificar los procesos cognitivos.
Bajo diversas administraciones, el Ministerio de Educación ha intentado convencer a la opinión pública de que el paso por las aulas es un asunto contractual que sólo importa al responsable del proyecto curricular respectivo y a los individuos que cursan sus programas. Sin embargo, y más allá de lo impresentable que resulta ese enfoque en la medida en que anula el ejercicio de crítica social que debe inspirar a toda universidad, la esfera educacional tampoco consiste en esa dinámica de oferta y demanda que los anuncios gubernamentales aspiran a sintetizar en la lógica de las superintendencias, con las que se busca administrar la esfera cognoscitiva desde una condición de mercancía.
Tales intenciones quedan una vez más a la vista al anticiparse, desde el Mineduc, mesas de trabajo que incrementan la influencia discursiva de las corporaciones que lucran con la educación superior. Pero las casas de estudios adscritas al Consejo de Rectores han emprendido hace años ya un camino privatizador. Por ejemplo, las carreras de Medicina en las entidades tradicionales ni siquiera aseguran la cobertura básica en el servicio público, donde hay un déficit de 1.500 especialistas. “Hay una distancia que no es sostenible entre los actores formadores y el sector”, advirtió la Organización Panamericana de Salud, al referirse a esa grave falencia en el país (La Tercera, 13 de julio). Lo mismo ocurre en otros planos. ¿Dónde estaban las facultades de Arquitectura y Urbanismo si colapsaron casas nuevas y la reconstrucción anota apenas un avance de 23%? (Minvu, 25 de julio). Ocupadas en cobrar aranceles, las universidades tradicionales privatizaron sus fines y se hicieron cómplices de la reducción de salud y vivienda -antaño derechos- a meras subastas.

*Academia libre es una comunidad autónoma y democrática que promueve una educación pública y de excelencia, que busca aportar al análisis crítico y a la elaboración creativa para instalar el conocer en la perspectiva de la transformación y la justicia social. 
Universidad pública, comunidad para el cambio. academialibre2011@gmail.com

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