“Es posible pensar en educación gratuita para Chile”, señaló el director de
1.
El Estado debe dar prioridad al financiamiento de las escuelas públicas, antes
que de las particulares, ya que en sí mismo considerado, el financiamiento
educativo es una decisión política que lleva implícita una visión de sociedad,
una idea de justicia social y una voluntad de construir oportunidades
igualitarias para todos y todas. En el caso de Chile, llama la atención el
portentoso mecanismo de subvenciones, indicativo de la existencia de un sistema
escolar complicado en su institucionalidad y en su funcionamiento, que
pareciera obedecer a tutelar, preferentemente, la libertad de enseñanza antes
que a garantizar el derecho a la educación. La subvención a escuelas
particulares, como una práctica extendida, tiene el efecto de reducir la
garantía de este derecho a la mera función de proveedor, pues a pesar de los
controles que pudieran existir sobre la eficiencia y eficacia institucional y
sobre el cumplimiento de los objetivos curriculares, la gestión educativa sale
de las manos del Estado, por lo que en realidad se está en presencia de una
delegación impropia de las obligaciones establecidas en el derecho
internacional de los derechos humanos.
2.
El financiamiento público de la educación no tiene un sentido exclusivamente
económico, ya que se trata de una acción que permite garantizar la
universalización de este derecho humano y busca, por lo tanto, crear, mantener
y potenciar condiciones de igualdad, al amparo del principio de no discriminación, que
fundamentalmente se logran con el afianzamiento de procesos de socialización.
3.
En contradicción con lo que
establece la Ley General
de Educación, lo cierto es que el sistema de educación media subvencionado no
es gratuito. Además, los centros educativos subvencionados bajo la modalidad
denominada “establecimientos educacionales de financiamiento compartido”,
pueden efectuar cobros mensuales a los alumnos y alumnas, según indica el
artículo 24 del Decreto con Fuerza de Ley 2 (…). El concepto de educación
gratuita debería entonces tener un alcance más amplio, de manera que los
obstáculos económicos que enfrentan las familias y que impiden el acceso a la
educación, puedan abordarse de manera integral.
4. La
Ley General
de Educación presenta elementos estructurales que no consideran a la educación
como un derecho y son causales de la emergencia que vive el país actualmente
(…). Estos
elementos generaron el rechazo de los estudiantes a la ley, así como al sistema
educativo en su conjunto, que favorece una desmedida participación del sector
privado.
Sostener la validez de una educación
pública y gratuita es promover el debate sobre las consideraciones académicas
que le dan fundamento y concebir una sociedad también diferente. En ese arduo
camino, es gratificante constatar que los planteamientos que ha hecho Academia
Libre empiezan a abrirse espacio en otras instancias.
“No basta compartir las ideas
con el prójimo;
se ha de compartir la vida”
Rabindranath Tagore
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