lunes, 25 de junio de 2012

Lo que Dice el Mineduc sobre el Lucro Establecido en las Universidades




La Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados estableció la existencia de actividades lucrativas en al menos siete universidades privadas del país. Se trata, según el informe, de las universidades Del Mar, de Viña del Mar, UNIACC, De Las Américas, Andrés Bello, Santo Tomás y Del Desarrollo, la cual cuenta entre sus propietarios al secretario general de Gobierno, Cristián Larroulet, y, entre sus socios fundadores, al ex titular de Educación y actual ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín. El vocero de la instancia legislativa que estudió los antecedentes, Rodrigo González, sostuvo que la comisión identificó “altos sueldos a miembros del directorio de ejecutivos importantes, externalización de servicios relevantes, utilización de formas impositivas que son también formas de desviación de recursos, asignación de altos sueldos al propietario y  los ejecutivos, el directorio incorpora familiares también a los sueldos, la universidad usa la cartera de deudores incobrables a empresa de factoring, la utilización de empresas y sociedad espejos y de la inmobiliaria”. Asimismo, “se señala el manejo financiero de dineros provenientes de fondos públicos”, agregó el parlamentario (radio.uchile.cl).
Tras el informe, la controversia relativa a las millonarias utilidades generadas a partir del negocio de la educación comenzará a tener ahora también un capítulo judicial, pues la comisión se mostró proclive a notificar de las conclusiones al Consejo de Defensa del Estado (CDE). En realidad, era bastante imaginable que las operaciones especulativas de capital iban a saltar automáticamente en las empresas de los dueños de la enseñanza. Lo verdaderamente sorpresivo, en cambio, fue el desparpajo con que el MINEDUC se desentendió de los antecedentes hechos públicos por el Congreso Nacional. “No hemos recibido ninguna denuncia formal”, fue la respuesta del ministro, Harald Beyer, al ser requerido sobre el informe que involucra a siete casas de estudios (La Tercera, 20 de junio).
¿Qué quiere decir esto? Porque una cosa, igual de imaginable que la anterior, es qué intereses defienden realmente las sucesivas administraciones de educación, y otra es pretender que un ministerio como éste deba esperar pasivamente que le hagan llegar denuncias para, eventualmente, actuar, pues si ello es así, entonces dicha secretaría de Estado ha renunciado a priori a informarse por sí misma, periódicamente, de lo que hacen o no las corporaciones que gozan del permiso de esa repartición para convertir en mercancía lo que debiera ser un derecho de cada educando en tanto ciudadano. Pero Beyer fue incluso más allá y, para disipar cualquier beneficio de la duda, también rechazó la recomendación de la Comisión Investigadora, que planteó, dada la gravedad de los hechos establecidos, la necesidad de congelar por dos meses la agenda legislativa sobre educación, pues las triangulaciones, externalizaciones y desviaciones de fondos ya identificadas subrayan la necesidad de introducir importantes modificaciones orgánico-constitucionales que pongan freno al lucro. “No compartiremos esa disposición. Necesitamos aprobar proyectos que beneficien a los estudiantes y futuros egresados”, adelantó Beyer, quien nunca ha mostrado interés por favorecer a los educandos y que aquí, por boca propia, nos ayuda a comprender por qué, después de décadas, a las autoridades del sector les ha bajado tanto apuro en la materia. 




“El escritor tiene la misión de leer lo más posible
 y de publicar lo menos posible”       
                                                     Jorge Teillier

lunes, 18 de junio de 2012

Proyecto de Ley del Mineduc Concibe al Estudiante como Consumidor


Definitivamente, las prioridades de la autoridad de educación no guardan relación alguna con el sector. Mientras la OCDE señala a Chile como el país que más segrega a los estudiantes; mientras la UNESCO advierte sobre la “desmedida participación” de los privados en la enseñanza y mientras las propias cifras locales dan cuenta de educandos que no entienden lo que leen y de egresados que reprueban los exámenes sobre las materias que debiesen dominar, el MINEDUC ha preferido dar urgencia al trámite legislativo del proyecto que crea una Superintendencia de Educación Superior, siguiendo, de esta manera, las mismas pautas con que, desde la institucionalidad, se reemplazó el derecho a la salud por la Superintendencia de Salud.
En nombre de una supuesta mejor fiscalización en universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica, la iniciativa despachada al Congreso por el ministerio del ramo apunta a la entrega de información, a establecer sanciones por publicidad engañosa y a normar las operaciones entre personas relacionadas. Es decir, competencias características del Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC), en los dos primeros casos, y de los tribunales ordinarios, en el último. En el colmo de esa concepción del educando como consumidor, el ministro, Harald Beyer, en un intento por justificar lo injustificable, manifestó que con esta Superintendencia “velaremos para que aquellas universidades que no respeten a sus estudiantes o los fines educativos establecidos en sus estatutos, reciban las sanciones que corresponden” (terra.cl, 12 de junio).  En otras palabras, el MINEDUC renuncia por ley a la facultad de velar por el cumplimiento de normas y objetivos mínimos para cada entidad educativa y, al contrario, se convierte simplemente en “fiscalizador” de lo que cada centro de estudios explicite en su carta de navegación. El panorama se agrava en extremo si tomamos en cuenta que la autoridad, con expresa complicidad del Consejo de Rectores (CRUCH) acaba de resolver que la duración de las carreras, pese a los magros resultados que exhiben, será reducida a la mitad.
Esta situación ha de ser subrayada ahora, justamente cuando los campus del sistema intentan congraciarse con la opinión pública haciéndose eco de un ranking que sitúa a la Pontifica Universidad Católica, a la U. de Chile, a la USACH y a la U. de Concepción, entre las 10 “mejores” de América Latina. “Es un premio al esfuerzo de varios años”, afirmó el rector de la USACH, Juan Manuel Zolezzi, quien agregó que, “históricamente, las universidades chilenas han sido líderes en la región” (La Tercera, 14 de junio). Claro está, el entusiasmo le hizo olvidar que el 69% de los egresados de Pedagogía del país obtiene calificación deficiente en la Prueba Inicia. Lo que no dice Zolezzi es que el aludido QS University Ranking es de percepción, y que en él la “opinión de los empleadores”, por ejemplo, tiene una ponderación de 20% de la calificación final, y que, al sumarse el increíble factor “presencia de la universidad en Internet”, que pesa 10%, ambas variables triplican en peso al ítem relativo a las citas de sus investigaciones.  El cálculo lo completan la imagen internacional de la universidad (30%), la cantidad de docentes por estudiante (10%), el número de publicaciones (10%) y el número de profesores con doctorado (10%). ¿Por qué los personeros de la educación local no se refieren, en cambio, al ranking que elabora Europa o al que publica periódicamente la Universidad de Jiao Tong de Shangai? Quizá sea porque, allí, el factor “ex estudiantes con Premio Nobel” existe y pesa 10%; el ítem “profesores con Premio Nobel”, 20%;  “investigadores citados en 21 categorías”, 20%; “artículos publicados en Sciencie y Nature”, 20%; “artículos indexados en el Science Citation Index y en el Social Science Citation Index”, 20%; y “rendimiento académico por estudiante”, 10%. Evidentemente, ni Europa ni Shangai consideran como criterio académico la opinión de los empresarios, pero en el curioso ranking del que se jacta la USACH, dicha universidad obtuvo sus mejores resultados precisamente cuando se consulta el punto de vista de los empleadores. Ya sabe, entonces, a quiénes dedican su “esfuerzo” actualmente las universidades chilenas.

“Debemos tomar de la ciencia todo lo que en ella es esencial y aplicarlo en la vida, ponerlo en circulación”

                                                                   Nadezhda Krupskaia

martes, 12 de junio de 2012

Informe de UNESCO Coincide con Denuncia Hecha por Academia Libre



“Es posible pensar en educación gratuita para Chile”, señaló el director de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de UNESCO, Jorge Sequeira, quien, con el mismo espíritu, planteó la necesidad de conferir al Estado un papel conductor superior en el sector (radio.uchile.cl, 5 de mayo). En efecto, el alto personero del organismo de Naciones Unidas basó sus afirmaciones en las conclusiones que arroja el recién concluido estudio “El Derecho a la Educación: una Mirada Comparativa”, en que la entidad multilateral analiza la realidad de diversos países en la materia y que termina coincidiendo con cada uno de los elementos centrales  a partir de los que Academia Libre fundamentó, el 17 de enero, la presentación de la primera denuncia contra el Estado de Chile por incumplimiento de los compromisos adquiridos en tres tratados internacionales: la Constitución de la UNESCO de 1945, la Convención contra la Discriminación en Educación y la Convención de los Derechos del Niño. Dada la importancia de los argumentos que ha hecho suyos la UNESCO y el precedente que sienta esta coincidencia reflexiva con la demanda formulada al respecto por Academia Libre, reproducimos a continuación párrafos centrales del documento de dicho organismo (portal.unesco.org).
1. El Estado debe dar prioridad al financiamiento de las escuelas públicas, antes que de las particulares, ya que en sí mismo considerado, el financiamiento educativo es una decisión política que lleva implícita una visión de sociedad, una idea de justicia social y una voluntad de construir oportunidades igualitarias para todos y todas. En el caso de Chile, llama la atención el portentoso mecanismo de subvenciones, indicativo de la existencia de un sistema escolar complicado en su institucionalidad y en su funcionamiento, que pareciera obedecer a tutelar, preferentemente, la libertad de enseñanza antes que a garantizar el derecho a la educación. La subvención a escuelas particulares, como una práctica extendida, tiene el efecto de reducir la garantía de este derecho a la mera función de proveedor, pues a pesar de los controles que pudieran existir sobre la eficiencia y eficacia institucional y sobre el cumplimiento de los objetivos curriculares, la gestión educativa sale de las manos del Estado, por lo que en realidad se está en presencia de una delegación impropia de las obligaciones establecidas en el derecho internacional de los derechos humanos.
2. El financiamiento público de la educación no tiene un sentido exclusivamente económico, ya que se trata de una acción que permite garantizar la universalización de este derecho humano y busca, por lo tanto, crear, mantener y potenciar condiciones de igualdad, al amparo del principio de no discriminación, que fundamentalmente se logran con el afianzamiento de procesos de socialización.
3. En contradicción con lo que establece la Ley General de Educación, lo cierto es que el sistema de educación media subvencionado no es gratuito. Además, los centros educativos subvencionados bajo la modalidad denominada “establecimientos educacionales de financiamiento compartido”, pueden efectuar cobros mensuales a los alumnos y alumnas, según indica el artículo 24 del Decreto con Fuerza de Ley 2 (…). El concepto de educación gratuita debería entonces tener un alcance más amplio, de manera que los obstáculos económicos que enfrentan las familias y que impiden el acceso a la educación, puedan abordarse de manera integral.
4. La Ley General de Educación presenta elementos estructurales que no consideran a la educación como un derecho y son causales de la emergencia que vive el país actualmente (…). Estos elementos generaron el rechazo de los estudiantes a la ley, así como al sistema educativo en su conjunto, que favorece una desmedida participación del sector privado.
            Sostener la validez de una educación pública y gratuita es promover el debate sobre las consideraciones académicas que le dan fundamento y concebir una sociedad también diferente. En ese arduo camino, es gratificante constatar que los planteamientos que ha hecho Academia Libre empiezan a abrirse espacio en otras instancias.


“No basta compartir las ideas con el prójimo;
               se ha de compartir la vida”

                                                             Rabindranath Tagore

lunes, 4 de junio de 2012

Crisis Económica Mundial y Desafíos en la Enseñanza


Un total de 120 profesores comenzaron a efectuar clases en las calles de España para sumarse así a las protestas estudiantiles desarrolladas en ese país contra los recortes presupuestarios que, invocando la crisis, ha introducido la autoridad. Una charla titulada Macroeconomía para entender un telediario y el seminario La Metamorfosis, de Kafka, son algunas de las ponencias a las que, por ejemplo, en Sevilla, pudieron asistir los transeúntes.  Y es que el Palacio de La Moncloa está traspasando los costos del modelo progresivamente a los educandos. Hasta ahora, los universitarios debían desembolsar en promedio el 15% del financiamiento de sus estudios; con las nuevas medidas oficiales, dicho índice se elevará a 25%, además de verse reducidas las becas y las plazas laborales del profesorado, especialmente en Ciencias. Borja Andino, del Consejo Social de la Universidad Autónoma de Madrid, ha señalado que la drástica reducción presupuestaria tendrá efectos peculiarmente funestos en materia de investigación, pues la nueva modalidad, que encarece estructuralmente el cobro de una segunda o tercera matrícula, desincentivará de manera radical la inscripción estudiantil en programas de magíster y doctorado (elmundo.es, 23 de mayo).
En América, en tanto, comienza a decantarse un panorama análogo. En Quebec, el alza en los cobros de escolaridad costó el cargo a la ministra de Educación, Line Beauchamp, tras varias semanas de paralizaciones estudiantiles (France Presse, 14 de mayo). En México el gobierno empieza ya a imitar el esquema chileno de utilizar las evaluaciones docentes como pretexto para bajar sueldos y despedir a profesores. En este caso, el conflicto también se trasladó a las calles del distrito federal, donde miles de maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación ocuparon las principales avenidas céntricas durante varias jornadas demandando el término del ardid gubernamental. Ello, mientras en Bogotá la Federación Colombiana de Educadores, que agrupa a 330 mil docentes, paralizó las escuelas del país en reclamo por las condiciones laborales en el sector, donde el Ejecutivo pretende aumentar unilateralmente el número de horas semanales de trabajo, a través de la extensión de la jornada escolar y la reducción de la planta docente  (Associated Press, 30 de mayo).
Basta conocer un poco siquiera la realidad chilena en materia de educación para advertir de qué manera y hasta qué punto las pautas de la crisis arrojan fenómenos análogos a los previamente descritos. Por eso, resulta patético constatar cómo en este país, tras décadas de molicie en el área, con municipalización, privatización y discriminación, los corresponsables de ello comienzan a rasgar vestiduras. Las autoridades locales están furiosas porque la nación acaba de caer 3 puestos en el Informe de Competitividad Mundial, que preparan el International Institute of Management Development de Suiza y el Departamento de Administración de la Universidad de Chile. La baja le dolió a los dueños del territorio. Al respecto, léase la conclusión a la que llega dicha unidad académica de la Casa de Bello: el país debe “realizar reformas estructurales en educación” e “investigación y desarrollo” (latercera.cl, 30 de mayo).
¿Era necesario, acaso, tanta revisión de lugares en un ranking para llegar a ese corolario? ¿Si no hubiesen resentido los empresarios criollos tales problemas de “competitividad” en su bolsillo, entonces la educación y la investigación acá eran una maravilla o un ejemplo a imitar en los cinco continentes? No. Para su modelo y sus intereses el asunto se intenta parchar con una microscópica importación de cerebros.


 "¿Beso? Un truco encantado para dejar de hablar cuando las palabras se tornan superfluas"             
                                                  Ingmar Bergman