miércoles, 28 de noviembre de 2012

Editorial: El “Aporte” de las Trasnacionales a la Educación en Chile

Hace algunos meses, las operaciones tendientes a privatizar el litio en el país encendieron las luces de alarma en varios círculos de debate, al punto de poner en entredicho, al menos por ahora, la habitual intentona capitalista en materia de recursos naturales estratégicos. Dicho mineral, por lo demás, es producido y vendido por SQM, ex SOQUIMICH, cuyo gerente es Patricio Solminihac, hermano del ministro de Minería, Hernán Solminihac, coincidencia que en el propio Congreso Nacional ha sido aludida como conflicto de interés. Y aunque Chile posee entre el 40 y el 47% de todo el litio del mundo, también es verdad que el Estado está recibiendo sólo el 7% de las ventas anuales del mineral, lo que equivaldría a unos 350 millones de dólares (radio.uchile.cl, 10 de marzo).
Un incipiente movimiento ciudadano ha comenzado a advertir al país sobre las semejanzas que este derrotero guardan con la vergonzosa entrega que se hizo del cobre a manos extranjeras. Sin embargo, cuando se trata de procesos estratégicos, no basta desenfundar pancartas en la calle para revertir la situación. Y es allí que las trasnacionales están ganando terreno en un punto que tiene bastante menos tribuna mediática y convocatoria popular: se están apropiando de las universidades, aprovechando la triste coyuntura de un Estado que relega al olvido sus escasos centros de estudios superiores y que, peor aun, pretende ahora “reducir la brecha” respecto de los aportes públicos al sector privado, consagrando la subvención al lucro y financiándola con el impuesto que se cobra justamente a los que no tienen derecho a estudiar. Lo ha hecho antes Barrick Gold, que ha visto cómo progresa en el país su campaña a favor del proyecto Pascua Lama con el simple procedimiento de financiar las actividades de una universidad, la Católica del Norte, cuyos académicos antes se oponían a la iniciativa.

Algo análogo ocurre, en materia de paradojas, con la Pontificia Universidad Católica de Chile, que entre 2010 y 2012 ha generado utilidades por 12 mil millones de pesos y, sin embargo, tiene a sus trabajadores de salud en ascuas, con sueldos congelados bajo una situación que gatilló recientemente una huelga sectorial. El problema es que, mientras la coyuntura se desata y la opinión pública observa pasivamente el contraste flagrante entre las precarias condiciones de vida de los funcionarios y la fastuosa red de atención médica que ha ido consolidando dicha corporación, ésta ha comenzado a venderla, concretamente, traspasando el 40% a su nuevo socio, el grupo norteamericano Christus Health (La Tercera, 18 de noviembre). ¿Quién se hace cargo, entonces, del proceso docente e investigativo que implica la actividad de una Facultad de Medicina? Poco importa eso hoy a las autoridades de la entidad pontificia. Y al Ministerio de Educación esto no sólo le gusta, sino que lo promueve. En efecto, el titular de la cartera, Harald Beyer, celebró y participó de la ceremonia por los 20 años de la Fundación Coca-Cola Chile, en un acto que puso de relieve “el aporte” de la empresa “en materia educacional”. El impresentable evento de subordinación académica al capital tuvo lugar en un modesto liceo de la comuna de Renca, en Santiago, donde, aprovechándose de la ignorancia de sus clientes-víctimas, y sin recordar que justamente en esas décadas el país se ha venido a pique en materia de resultados académicos, se dijo que gracias a esta trasnacional “miles de niños mejoran su rendimiento y aprendizaje y, finalmente, su calidad de vida y la de sus familias” (lanacion.cl, 22 de noviembre).
El asunto seguirá dando que hablar. Este año, el mayor incentivo que podía recibir un estudiante de doctorado en la Pontificia Universidad Católica fue el Premio de L’Oreal para “mujeres científicas”, en este caso, en el área de Ingeniería Química y Bioprocesos. Así, otra trasnacional se va apropiando, vía fondos, de los procesos académicos que debieran tener vida orgánica en las universidades. Y lo hace con un discurso bonito, que apela al supuesto interés de esta empresa de cosmética por “contribuir a disminuir la falta de equidad en las ciencias” (uc.cl, 10 de septiembre). Pero eso es falso. Es justamente el capital privado la base de las brechas de desigualdad y Chile, en eso, no es otra cosa que el más patético ejemplo.
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“Benevolencia no quiere decir tolerancia con lo ruin o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien”



Antonio Machado

martes, 20 de noviembre de 2012

Ya Nadie Cree en el Crédito para Estudiar


“Hacemos un llamado a los postulantes para que hagan uso de estos beneficios, porque estamos muy al extremo del plazo”, dijo el jefe de Educación Superior del MINEDUC, Juan José Ugarte, luego de que el último informe permitiera constatar que apenas el 32,9% de los cupos disponibles para becas y créditos encontraba quien optase por ellos. Es decir, ante los 234 mil supuestos beneficios, sólo 77 mil 133 jóvenes presentaron inscripción al 14 de noviembre (La Tercera, 15 de noviembre).

La cifra de postulantes representa, respecto igual fecha del año anterior, una baja de 21,1% en el número de solicitudes estudiantiles de esa naturaleza. Claro está, la autoridad educacional no encontró algo mejor que tratar de justificar lo injustificable. Pero el argumento parece un mal chiste. Primero, Ugarte dijo que la campaña de difusión de las postulaciones partió en días feriados. Y, luego, manifestó que la cobertura mediática de los episodios de meningitis en el país conspiró contra la divulgación de las informaciones respectivas.
Las afirmaciones de la autoridad son poco serias y demasiado impresentables. “Vamos a duplicar los esfuerzos y el próximo lunes vamos a evaluar la posibilidad de ampliar el plazo o abrir un nuevo proceso, que podría ser en marzo”, agregó el jefe de Educación Superior. Para el Gobierno, el fenómeno se reduce simplemente a un tema de calendario. Lo que no está dispuesto a admitir es que el modelo de crédito universitario es un fracaso completo y que la idea de endeudarse convence cada vez menos a quienes constatan la mala calidad del proceso lectivo y el alza sostenida de los precios de las carreras, por sobre el IPC y con préstamos que apenas cubren un monto exiguo del arancel de referencia de las mismas.  De esa anomalía habría que reclamar al propio Presidente de la República. Pero, claro, si seguimos el criterio del MINEDUC, no hay Mandatario, porque fue electo un día domingo y no supo del resultado; o bien, supo, pero se le olvidó asumir porque  justo en ese momento hubo terremoto.

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“Tengo que admirar profundamente a alguien para valorarlo como amigo”



Sylvia Plath

martes, 13 de noviembre de 2012

Consejo Nacional del Libro Desincentiva la Producción Literaria



“He decidido declinar la invitación de asistir a la Feria Internacional de Guadalajara pues, al margen de proteger mi estado de salud ante ese viaje, también he concluido que no deseo involucrarme, directa o indirectamente, con el actual gobierno. Este adolece de una falta de credibilidad que en la cultura lo demuestra, entre otros aspectos, su política de adquisición de libros, errada y parcial”. Con estas palabras, el destacado narrador chileno Germán Marín rechazó los intentos del Ejecutivo por incluirlo en la delegación oficial que por estos días concurrirá al más importante encuentro literario que tiene lugar en América Latina (La Tercera, 31 de octubre). En efecto, tras conocer la nómina de 116 títulos para adquisición resuelta recientemente por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura, el escritor y autor de Círculo Vicioso, El Palacio de la Risa y El Guarén, reaccionó profundamente decepcionado de las orientaciones actualmente adoptadas en la materia. “Demuestra una falta de preocupación por la literatura chilena”, concluyó.


De los 116 títulos, que el paciente lector puede chequear por sí mismo a través del link http://www.cultura.gob.cl, sólo una decena corresponde exclusivamente a literatura, y el resto es una impresionante nómina de libros de autoayuda, de recetas de cocina asociadas a firmas comerciales de consumo y de anécdotas del fútbol. Pero quizá lo peor sea la manera en que aparecen catalogados como libros de ciencias volúmenes que en realidad no lo son.
Del mismo modo, el ciudadano que recorra con la mirada esos títulos tendrá que constatar hasta qué punto una publicación oficial se permite divulgar, sin vergüenza alguna, un inventario nutrido de faltas de ortografía.
No están los nombres que desearía una humilde biblioteca pública, pero sí los que entrevista la televisión en sus programas de farándula local. Por cierto, el ítem “Generalidades”, que incluye los libros de autoayuda y de esoterismo, representan el 15% del total de obras seleccionadas. “Parece evidente que las compras del Estado se han hecho en atención a las demandas del mercado”, comentó en el Centro Cultural de España el crítico Ignacio Echevarría. El monto global para adquisición pública ya es exiguo: apenas 450 millones de pesos, para una lista en que ni Neruda, Mistral, Parra y Lihn juntos podrían contrapesar siquiera la predilección que, en nombre del Estado, se hace por Los Secretos del Feng Shui y Aromaterapia, o “Moneda Cósmica”, puestos en una serie que hasta la mercantilista  Cámara Chilena del Libro tildó de “banalidades”.
Y he aquí un problema de concepción de las políticas públicas de fomento de la lectura. Cuando el actual Presidente Sebastián Piñera era aún candidato a la Primera Magistratura, desestimó introducir una rebaja del IVA a los libros y defendió, en cambio, fondos como el actual, “con el que usted va a promocionar los libros que vale la pena leer”. ¿Quién elegiría esos títulos? La gente, se respondió a sí mismo Piñera. “Estoy seguro que elegirán bien. Porque lo he visto con mis ojos, los libros que más se leen en las bibliotecas son los libros más valiosos”, aseguró, justo antes de que las redes sociales virtuales despedazaran sus palabras (Canal 13, 10 de noviembre de 2009).


Los libros de autoayuda y esoterismo, que lideran los préstamos en el Bibliometro, por ejemplo, deben ser, a juicio de la autoridad, lo más valioso de nuestra bibliografía. Y, claro, alguien podría decir que el criterio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, y de los que piden volúmenes en el Bibliometro, acertado o no, siguen la misma pauta y que uno no es más grave que el otro. Pero no, Aunque se trata en ambos casos de una constatación lamentable, la diferencia es que hay un buen número de representantes del Consejo que deliberan, en nombre del Estado, y a los que se les paga con el mismo impuesto ciudadano del que no se exceptúa al libro, para decidir por nosotros qué es lo bueno y qué es lo malo. Señor Presidente, si su propuesta es que “lo bueno” es mero resultado de la demanda, ¿para qué sirve entonces el Consejo del Libro? Las fotografías incluidas aquí son imágenes que corresponden a la realidad chilena de los días que corren cuando publicamos este boletín: ¿elegir entre qué libros, si las orientaciones resueltas y ya descritas están vaciando y cerrando las pocas estanterías que aún incluían obras de interés? Salvo, por supuesto, que alguien crea que las librerías cuyo frontis adjuntamos bajaron sus históricas cortinas capitalinas porque Santiago se convirtió en la nueva Ciudad de las Luces.

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“Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído”


Jorge Luis Borges

viernes, 2 de noviembre de 2012

Ley SEP, Juez y Parte en la Tercerización de la Enseñanza


Entre las diversas fórmulas que el neoliberalismo diseña para precarizar el trabajo, podríamos citar desde el ambiguo concepto de flexibilidad laboral hasta las flagrantes e institucionalizadas prácticas antisindicales. Esta vez nos referiremos a la tercerización o outsoucing, que, para efectos prácticos, significa y acarrea todas aquellas distorsiones y sus nefastos efectos que traen consigo tanto la subcontratación como la externalización en el proceso productivo.
Según el informe “Nearshore Attraction: Latin American Beckons as Global Outsourcing Destinations”, elaborado por la empresa KPMG International, “Chile es el mejor país de Latinoamérica para la tercerización”, ocupando el primer lugar en el ranking (biobiochile.cl, 14 de febrero de 2010). Esta posición fue aplaudida por el entonces diputado PPD Eugenio Tuma, miembro de la Comisión de Economía, Desarrollo y Fomento de la Cámara Baja. En consonancia con la opinión de la clase política en materia de desarrollo, la Ley de Subvención Escolar Preferencial (SEP, Ley 20.248, del 1 de febrero de 2008), promulgada bajo el gobierno de Michelle Bachelet, no podía quedar rezagada de esta lógica.
El brazo operativo de la SEP está a cargo de la Asistencia Técnica Educativa (ATE) que, desde el sector privado, asume la tutela de las áreas de gestión curricular, de liderazgo, de convivencia escolar y de gestión de recursos, reforzando el rol gerencial de directivos y marginando la voz de los docentes, quienes consideran que las metas son impuestas por la ATE sin atender al contexto (Revista Docencia, n° 41, agosto de 2010).
Entregada así la educación a terceros, Chile da otro gran salto hacia la consolidación del modelo que privatiza definitivamente todos los ámbitos de la enseñanza, porque, claro está, estos nuevos recursos humanos y pecuniarios están siendo administrados por particulares. De más está decir que los dineros los aporta el Estado y, como era de suponer, la malversación de fondos ya fue objeto de preocupación de la Contraloría General de la República, que reveló, a través de un informe del Centro de Investigación Periodística (CIPER) que entre enero de 2010 y junio de 2011 más de 25 mil millones de pesos no habían sido rendidos por parte de los 105 municipios pesquisados (biobiochile.cl,, 28 de mayo de 2012). La misma fuente señala que, a la fecha, algunos colegios son beneficiarios de la SEP aun cuando han sido cerrados. Pero eso no es todo, porque al menos ocho ATE recibieron entre 2008 y 2010 unos $800.000.000 por prestar asesoría a establecimientos educacionales de los que, o eran propietarias, o mantenían con ellos directa relación. Estos son: Corporación Aprender, Gestión Educacional Ltda., Innovación Tres, Grupo Educativo, Fundación Educacional Gabriela Mistral, Fe y Alegría, Rotekap y Astoreca (La Tercera, 17 de julio de 2012).
La Ley SEP, a pesar de todo, tiene sus defensores a rajatabla, como J. Joaquín Brunner, Mario Waissbluth, Harald Beyer y Sebastián Miranda, quienes atribuyen al binomio SEP-ATE los registros favorables en el SIMCE.  ¿Cómo puede ser, si la Contraloría señala que los recursos SEP no se invirtieron en lo que se esperaba? ¿Qué tipo de inferencias y guiadas por qué motivaciones, están haciendo los gurús de la educación? Habría que preguntarse, primero, si este tipo de pruebas permite establecer el real desempeño académico escolar y, segundo (y sólo si lo anterior fuera efectivo), si es verdad que el cambio en los resultados se debe al factor SEP-ATE. Al respecto, resulta esclarecedor lo que dice el estudio “Asistencia Técnica Educativa en Chile: ¿Aporte al Mejoramiento Escolar?”, de 2010, cuyo coordinador es Cristián Bellei y que, en síntesis, declara que no existe evidencia de que las ATE tengan impacto en el aprendizaje de los estudiantes, en las prácticas de enseñanza de los profesores ni en los resultados SIMCE. Así, “la primera pregunta es si los programas ATE lograron impactar los resultados de aprendizaje de los estudiantes. Dado que los programas no contienen la aplicación de estrategias de enseñanza directa hacia los alumnos, se trata de una pregunta que remite a un impacto del programa sobre objetivos que están más allá de su radio de acción (…). Ninguno de ellos cuenta con estudios adecuados de evaluación de impacto.” Estas apreciaciones de Bellei son sustentadas por el Centro de Investigación Avanzada en Educación, una iniciativa conjunta de las universidades de Chile y de Concepción junto con la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. En la foto, el momento en que la entonces Mandataria celebra, a instancias del actual ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, la promulgación de la Ley General de Educación que dio la espalda al movimiento estudiantil y sirvió de marco normativo a la subvención escolar preferencial en la que, literalmente, son los privados los que evalúan la privatización de la enseñanza.

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“La clase trabajadora debe despertar de este letargo”

Clotario Blest