miércoles, 28 de marzo de 2012

Educación Superior Es Inferior

Una fuerte caída ha experimentado el índice de estudiantes extranjeros que cursan carreras en Chile. Así, mientras la Pontificia Universidad Católica  (PUC) admite una baja de hasta 5%, la Universidad de Valparaíso (UV) da cuenta de una disminución de 20%, la U. de Santiago (USACH) registra una reducción de 30% y la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM) anota un retroceso de 36%. Al respecto, nótese la justificación de sus autoridades. La UV dijo que “un factor relevante lo representa la grave crisis económica que afecta a varios países, especialmente a Europa”, argumento al que se sumó la PUC (La Tercera, 20 de marzo). Si la crisis económica fuera el mecánico gatillo de una caída tan pronunciada, tales casas de estudio tendrían que explicar por qué en el Viejo Continente la matrícula se disparó al 8% cuando la tasa de interés para los créditos de arancel se ha elevado hasta duplicar la inflación promedio en esa zona (EFE, 20 de marzo). Pero también hubo quienes culparon al movimiento estudiantil. “Como las noticias de los paros y las manifestaciones llegaron a todo el mundo, es lógico que prefieran ir a otros lugares donde tuvieran el semestre asegurado”, señaló la UTFSM, que fue más allá, indicando que los educandos “estaban tomando la decisión sobre dónde ir cuando estábamos en lo peor de las movilizaciones”. ¿Qué quiere decir una universidad cuando se refiere a “lo peor”? ¿Un juicio a la defensa de la educación pública, gratuita y de calidad que lideraron estudiantes?
El movimiento estudiantil permitió visibilizar a nivel mundial la ausencia de programas de excelencia y las precarias condiciones en las que los jóvenes deben enfrentar su proceso de formación. Lo que no dicen las universidades mencionadas es que en Chile la proporción de universitarios extranjeros es 4 veces inferior al promedio europeo y que, si quiere buscar causas, harían bien en recordar que ninguna de sus corporaciones califica en el Top 100 del Times Higher Education (The Times, 16 de marzo) y que, en esa tabla, una universidad chilena recién aparece en el puesto 400. Lo que las universidades no dicen, entonces, es también lo que no hacen: autocrítica.  


“Cuando comienzas una pintura es algo que está fuera de ti. Al terminarla, parece que te has instalado en ella” 
                                                                                      Fernando Botero

martes, 20 de marzo de 2012

Educación Privada y a Distancia

En nuestro número anterior, advertíamos sobre el pésimo precedente que significaba el hecho de que las autoridades dieran por iniciado el año escolar en establecimientos cuyos estudiantes deberán conformarse, durante un mes y medio, con un proceso lectivo reducido a una página en Internet, que no opera como refuerzo de clases, sino en vez de éstas. Impresentable, en ese sentido, resultaba además el eufemismo con que su director intentó justificar lo injustificable, señalando que los jóvenes “van a estar activos académicamente en forma no presencial” (Boletín N°33, del 12 al 18 de marzo).
Pues bien, ahora sucede que dicha modalidad no es una excepción, sino el eje del diseño del MINEDUC. Efectivamente, la cartera que encabeza Harald Beyer acaba de lanzar la convocatoria para el “Plan de Formación de Directores de Excelencia”, con el supuesto objetivo de “mejorar la calidad y la equidad de la educación en Chile” (latercera.com, 15 de marzo). Sin embargo, al revisar las bases, se sitúa en el primer lugar de sus tres esquemas la “modalidad online”, seguida de la presencial y de la mixta, que es otra forma de referirse a los cursos por correspondencia, pues no hay acápite alguno que garantice que la dinámica no presencial abarque las mismas unidades de contenido que el proceso en aula.
No es todo. Al revisar el proceso de selección de los postulantes -a quienes se cubre el 90% del pago de arancel-, casi la totalidad de las instituciones que se adjudicaron los fondos públicos para impartir dicha formación son privadas. De los programas ofrecidos, sólo el 31% implica eventual progreso en grado académico y, en ese contexto, lo más llamativo es que el plan sólo contempla “magísteres de hasta 18 meses”. ¿Qué será un magíster de “hasta 18 meses”? Mucho quisiéramos una formación de excelencia para directores y profesores, pero no un desembolso de fondos públicos para un negocio privado de enseñanza capaz de limitar la noción de postgrado a la de cursillos breves y a distancia que, por cierto, es la opción oficial para las escuelas más humildes del país, pero que en caso alguno aceptaría la élite para preparar a los directores de los colegios particulares cuyos dueños se apropiaron del derecho a la educación.



“Un día, suavemente, con sus corteses modos, hizo el hombre la jaula para encerrarte allí”.   Alfonsina Storni

sábado, 17 de marzo de 2012

La Escuela Convertida en Feudo

El año escolar no ha comenzado para todos. En medio de la grave crisis educacional que vive un país cuyas autoridades creen que el proceso pedagógico debe ser negocio, alrededor de 5 mil estudiantes se encontraron, en lo que debía ser su primer día de clases, con la impresentable notificación de que su matrícula había sido cancelada unilateralmente (Prensa Latina, 6 de marzo). El motivo invocado por los directores de tales establecimientos fue la participación de los jóvenes en las jornadas de paralización y toma desarrolladas durante 2011, justamente cuando fue el movimiento estudiantil el que instaló en la agenda el debate sobre el miserable estado de cosas al que la institucionalidad ha reducido la enseñanza.
¿Dejar fuera de las aulas a quienes han defendido el derecho a una educación pública, gratuita y de excelencia? Es evidente que tales preceptos ni son relevantes ni han sido comprendidos en lo más mínimo por los alcaldes que promovieron esa política represiva. Pero, entonces, ¿por qué realmente reclaman para sí la tuición de las escuelas? Porque les resulta fácil convertir en feudo de sus intereses particulares un marco educacional que, al negar a profesores y estudiantes el derecho a participar, sustituye la función crítica que debiera ejercer la dinámica escolar por un ritual que promueve integrantes dóciles.  
¿Cómo es posible, por ejemplo, que durante más de un mes los estudiantes del Liceo de Aplicación reciban, a modo de educación, las unidades de contenido a distancia, vía Internet, y que, para adornar el desastre, su director recurra al eufemismo de decir que los educandos “van a estar activos académicamente en forma no presencial”? (La Tercera, 2 de marzo). Lamentablemente, las expulsiones y los cursos por correspondencia están lejos de ser las únicas prácticas que van dando forma este año al insólito régimen feudal: abusando del precario acceso a útiles escolares de los estudiantes más humildes de la comuna de La Florida, su alcalde acaba de “regalarles” diez mil cuadernos que incluyen su foto y el lema “una nueva comuna será realidad” (cooperativa.cl, 9 de marzo). La ausencia de políticas públicas coherentes en educación llevan a eso, a un populismo que se burla de la pobreza.


“Nada tengo, nada dejo, nada pido. Desnuda como nací me voy, tan ignorante de lo que en el mundo había” (Teresa Wilms Montt)

miércoles, 7 de marzo de 2012

Una Evaluación Docente Indecente

Sin informar siquiera a profesores y estudiantes, entre gallos y literalmente a medianoche, el Ministerio de Educación envió al Congreso el proyecto de ley sobre carrera docente el pasado 29 de febrero. La iniciativa, que introduce modificaciones estructurales en la escala de sueldos de los maestros, fue presentada ante la opinión pública al día siguiente, como un mecanismo que incrementaría en 26% promedio los salarios. Por supuesto, sólo en la letra chica de dicho documento es posible advertir que tal alza es parte de un proceso de ajustes que sólo llegaría a esos niveles hacia fines del año 2023.
En lo inmediato, en cambio, la propuesta implicaría consagrar la misma precariedad que defienden los gerentes de empresas: sueldos variables, competencia en vez de capacidad y carta blanca para justificar despidos, en función del proceso evaluativo que haga, unilateralmente, el director. Para que sonara bien, la autoridad aseguró que es la “mayor reforma docente en 20 años” (La Tercera, 2 de marzo), omitiendo, claro está, que es fácil jactarse de ello, porque la última relevante fue perpetrada en 1982 por una dictadura que puso fin a la condición de funcionarios públicos de los profesores y generó una deuda histórica salarial que bordea los 10 mil millones de dólares, ante la cual la inversión de 1.400 millones de dólares anunciada por el MINEDUC, para un período de 11 años, se reduce al nivel simbólico.
El esquema introduce cuatro categorías de “calidad” docente, en el marco de las cuales quienes sean ubicados en la más básica obtendrán la menor cantidad de ingresos. La autoridad deberá explicar, pues, bajo qué peculiar paradigma académico un profesor podría mejorar cualitativamente su desempeño sobre la base de tener el peor sueldo del sistema. Pero no es el único punto en que tendrá que sacar argumentos de debajo de la manga. Si este modelo, que permite exonerar al 5% de los docentes, fuera tan bueno, ¿por qué no es aplicado a los colegios particulares pagados? Al contrario, introduce una nueva herramienta a favor de quienes quieran lucrar en la enseñanza subvencionada, ya que allí los recursos serán otorgados directamente a los sostenedores, lo que no implica ni asegura un traspaso al plano salarial.

“En verdad, si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco” (Pyotr Ilych Tchaikovsky)